domingo, 10 de octubre de 2010

La clave embassy de Patrica Martínez de Vicente


Envidia sana, pero envidia… tener la oportunidad de escribir sobre la vida de tu propio padre, poder acrecentar la admiración natural que se siente por el progenitor, con unos hechos casi heroicos que se van descubriendo; escribir que tu padre, por sus obras, fue un gran hombre…es un orgullo; creo que este pudo ser el sentimiento de Patricia Martínez de Vicente al escribir este libro.

Tras encontrar un diario de su padre y tras muchas conversaciones con su madre y otras amistades, Patricia va reconstruyendo la vida de su padre, su involucración en las rutas de evacuación a través de España de los perseguidos por el nazismo, su relación con los servicios secretos británicos, sus ingeniosas formas de liberación de los prisioneros del campo de prisioneros de Miranda de Ebro.

El doctor Eduardo Martinez Alonso, utiliza la casa familiar de la Portela en Redondela como última etapa para los fugitivos en su huida a Portugal, para ello deben cruzar en plena noche el Miño por Tuy. Recién casado, en 1942 debe abandonar España rumbo a Londres, donde seguirá su colaboración con los servicios secretos, gracias a su amistad con Alan Hillgarth.

En la segunda parte del libro, Patricia abala los hechos narrados en la primera con documentos desclasificados de los servicios secretos ingleses.

El título del libro “La clave Embassy” hace referencia a la cafetería madrileña Embassy , en la castellana, regentada por Margarita Taylor, que era el centro de todas las intrigas en la postguerra… alemanes, ingleses… En el libro aparecen otras personas que en mayor o menor medida lucharon por la libertad, desde el anonimato, sin buscar protagonismo: Margarita, Manolo y Moncho Otero, los monjes capuchinos de Jaca…

Es un doble sentimiento el que tengo tras leer el libro, por un lado conocer la historia de un español que se jugó la vida por ayudar a los demás y ni siquiera su propia familia conocía su historia, si no llega a ser por una casualidad de encontrar el diario... quizás esta historia nunca hubiese salido a la luz. Y un sentimiento de pena porque no se hagan películas sobre estos hechos y sí sobre muchas tonterías de la guerra. Eduardo Martínez recibió el reconocimiento a su labor a través de las condecoraciones: King George Medal for Courage y la Gran Cruz de Oro de Polonia… pero su patria ni se acuerda de él.

Un libro interesante, narrado con un estilo sencillo, cercano… a veces repetitivo, pero dejando entrever la emoción y el orgullo que siente una hija escribiendo sobre su padre.
He disfrutado del libro… y junto con la historia de Juan Pujol.. la contaré siempre que pueda.

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