jueves, 10 de septiembre de 2009

El frio modifica la trayectoria de los peces de Pierre Szalowski



Un título un tanto extraño, pero que es el origen de algunos de los encuentros de la novela…todo se desarrolla durante 15 días en Québec. En un edificio donde apenas nadie se habla, sólo lo justo, una gran tormenta dará pie a que los vecinos vayan conociéndose, respetándose y ayudándose. Sólo la vida del protagonista parece no cambiar… sus padres siguen pensando en divorciarse.

De una manera sencilla, el autor va presentando a los vecinos Boris, Julie, Alex, Simon, Michael, Alexis, Martin, Annie… algunos instalados en su rutina, otros escondidos de la realidad, otros acabados sentados en el sofá… y como si de un cuento de navidad se tratase acaban como un gran familia.

Interesante el análisis que hace Simón sobre las fobias de Alexis sobre los homosexuales y los judios…
“Lo que a usted le da miedo, Alexis , es que a los homosexuales y a los judios no puede identificarlos…Un negro está claro que es un negro, por eso no le da miedo…Ahora que ha hablado conmigo, que tiene una idea de quien soy, el hecho de que sea homosexual, y encima judio, no le molesta…”

Algo que podemos extrapolar a muchas cosas en la vida, todo aquello que no sabemos identificar, que desconocemos, nos da algo de miedo.

El argumento del libro, en la sociedad actual, es poco creíble, al menos yo no me veo confraternizando con mis vecinos… algo que si sucedía en cierta medida, en la casa de mi infancia, aunque también teníamos nuestros mas y nuestros menos.

En definitiva un libro que se lee rápido, es ameno, pero ahí acaba todo…no creo que sea para recomendar.


2 comentarios:

César dijo...

Cuanto tiempo Yago!
Este casi me lo pido con Círculo la última vez, pero no conocía a nadie que lo hubiese leído.
Me apunto tu comentario,y de momento, no lo cogeré
Saludos

Mertxe Costas-Bookworm dijo...

Hola! Estoy viendo tu blog y veo que tenemos opiniones parecidas de algunos libros.
En este en concreto me ha hecho mucha gracia lo de confraternizar con tus vecinos, es exactamente lo mismo que puse yo en la entrada que escribí en mi blog.

El libro está bien, pero es cierto que no como para echar cohetes. Como digo yo, el libro del buen rollito navideño.