lunes, 20 de diciembre de 2010

Almas grises de Philippe Claudel


Sabía que me gustaría..

“No sé muy bien por dónde empezar… Decir lo que me roe el corazón desde hace veinte años” así comienza la novela, un hombre escribe, buscando contar unos hechos ocurridos veinte años antes, descargar su conciencia.

Ambientada en un pueblecito francés, durante la primera guerra mundial, pueblos que sufren tangencialmente la guerra, escuchan los cañonazos, los enfermos en el hospital, los transportes hacía el frente que ocupan los caminos. En este escenario de guerra la vida continua y se siguen producen hechos horribles, como es el asesinato de una niña de 10 años.

Este hecho sirve de hilo conductor, nos va presentando a las diferentes personas que se relacionan con el Caso. Va y viene en el tiempo, recuperando recuerdos, mostrándonos el alma gris, triste de algunos protagonistas, personas solitarias que pierden su “amor” y quedan marcados para el resto de sus vidas.

A lo largo del libro te vas acercando cada vez más al sentir del protagonista, creándote una opinión de cada uno de los personajes (Mierck,Matziev), cuando llegue el momento de narrar lo que le roe el corazón te dejará un poso de incredulidad… las cosas no son lo que parecen.

Vemos la paja en el ojo ajeno, juzgamos en muchas ocasiones sin pensar y quizás nunca llegamos a saber que piensan los demás, y cuando lo sabemos ya es demasiado tarde… porque no somos capaces de ponernos en la piel del otro, de intentar entender el motivo porque el que hace las cosas, o simplemente saber escuchar. Nos encanta hablar, soltar nuestra historia, pero casi nunca escuchamos: “ Tenemos dos orejas y una sola boca justamente para escuchar más y hablar menos” ( Zenón de Citión)

Claudel maneja perfectamente el lenguaje, las descripciones, los sentimientos, su manera de mantener el interés, su sentido del humor. La escena con Fantin, único habitante del pueblo junto a su padre, la guerra escatológica que tenían ambos, el cabreo por una muerte sin sufrimiento y sin avisar.. :”¡el muy cerdo !¿Y ahora qué hago yo?”


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