Hacía mucho que no me asomaba a mi blog, sinceramente es más por el ritmo de trabajo y los pocos libros que estoy terminando. Empezados tengo muchos, que se van acumulando en mi mesilla de noche, pero ninguno me llega a enganchar como para querer terminarlo… y el ritmo del trabajo tampoco me está facilitando las cosas.
Pero el pasado sábado Javier y Sonia me regalaron “Encuentros en Bonaval”… y además dedicado por Sonsoles. Restándole horas al sueño he terminado de leer el libro en dos días… y este sí que me ha enganchado, lo he disfrutado y me he emocionado con sus últimas páginas.
La historia narrada en primera persona, por Mariana Vila, una joven de casi dieciocho años, que vive con su padre en Santiago… sueña con ser periodista como su progenitor, su madre murió cuando ella era pequeña. Mariana sabe que debe presentarse en el periódico con una buena historia… y las calles de Santiago le ofrecen la ocasión de encontrarse con Timoteo el cazador de pensamientos, o quizás fue él quien le encontró a ella?
Una historia, con muchos personajes, perfectamente descritos, con historias entrelazadas, algunas parecen increíbles, pero el conjunto dan al libro una buena historia.
Como empezaba esta entrada, el libro me ha “tocado” la fibra, mi padre fue periodista como Manuel Vila, y enviudo joven de su primer matrimonio, quedándose con cinco hijas… su sufrimiento, su dedicación, las últimas páginas del libro me lo han hecho muy presente. Y la ciudad de Santiago, me encanta, tiene un aire especial, casi mágico, recorrer sus callejuelas, buscar las zonas más turísticas… en ella nació mi madre y siempre la hemos visto como algo propio.
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