jueves, 10 de septiembre de 2009

Todos mis hermanos de Manel Estiarte.



Puede parecer un poco raro que haya leído este libro, muy lejos está de todo los que llevo leídos, pero de los últimos que he leído es el que más me ha llegado al corazón.

Cuando salió el libro, leí una entrevista a Estiarte, me impresiono lo que contaba sobre su hermana Rosa, ví el libro en el aeropuerto y pude ojearlo tranquilamente y me decidí a comprarlo.

Al inicio del libro, aparece un sms de su hermano Albert que dice así :

He terminado de leer hasta el capítulo de Rosa, Sólo puedo decirte que te quiero con todas mis fuerzas. Gracias en mi nombre, en el de papá, de mamá y de Rosa.”

Y Manel apostilla: “Con esto me basta para sentirme bien y estar contento por haber escrito este libro”….

No lo entendí, hasta que terminé el libro…cuando quise comentarlo con Ana, leyéndole el SMS..no pude terminar la frase… entiendo el sentimiento de Estiarte.

Devoré los primeros capítulos, sus inicios en Manresa, el esfuerzo de levantarse para ir a entrenar antes de ir a clase; sus sensaciones en la Olimpiada de Barcelona 92, la final perdida; el oro de Atlanta 96; como abanderado en Sydney 2000; su regreso a Barcelona, su amistad con Pep Guardiola.

Va recordando a sus compañeros, reconociendo como llego a entender que es un lider, su relación con Los de Madrid, los otros… hasta un nosotros. A lo largo del libro nos deja muchas reflexiones. La importancia del apoyo familiar, del valor del esfuerzo, del peligro de la presión de los padres, para Estiarte “los años de mi infancia fueron los de los valores humanos” y esos los llevaremos siempre.

Estiarte hace cuentas consigo mismo, aquello de lo que se arrepiente, de los amigos perdidos, de los compañeros ignorados, y nombra a muchos , dedicándoles un aparte…para todos tiene una palabra de agradecimiento.

Y el capítulo más especial es el dedicado a la familia… su hermano Albert, su hermana Rosa, su padre, su madre…las palabras que dedica a cada uno de ellos,..su ahijada. Mil veces tuve que pararme…

Es la vida de Manel Estiarte. Si como deportista había que descubrirse ante él, como persona, con los valores que demuestra, aún con mayor motivo.

Me ha hecho recordar a mi hermana Gemma, y a mi padre


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