jueves, 24 de enero de 2008

Firmin de Sam Savage




Cuando me encuentro algo desanimado, me gusta pasearme por una librería y olvidarme de los problemas buscando un buen libro que leer... aunque empiezo a pensar que son excusas para comprar un libro.

La pasada semana después de un día distinto en el trabajo, donde se prevén cambios, me compre Firmin. Me llamó la atención el dibujo de la portada, y me engancho la sinopsis de la contraportada. Las ratas siempre me han llamado la atención, esa sensación de fascinación pero a la vez de rechazo, difícil de explicar.

Firmin es una rata, de Tejado o Noruega, que vive en una librería de Boston, desde una temprana edad se siente atraído por los libros, primero comiendo las hojas, saboreando las historias, hasta darse cuenta que sabe leer. La lectura de todo tipo de libros le irá humanizando. Su pasión por la lectura, se complementa con la del cine... Sam Savage con un tono irónico, va trayendo títulos de libros, pasajes y personajes de los mismos, que van dando sentido a la vida de Firmin.

Firmin intenta relacionarse con los humanos, pero no puede hablar, no puede reír, no puede cantar, en su vida están el librero, un escritor fracasado, las beldades...los libros, el cine.

Una preciosa novela de una rata de biblioteca.

La novela es diferente, original, algo que sin duda destaca dentro de la oferta actual, donde hay demasiados libros sobre sociedades secretas, templarios, misterios, y un libro sencillo sobre una rata que ama los libros, merece la pena ser leído.

Hasta una rata puede llegar a encontrar un sentido a su vida, tener un “destino”, los libros le permiten viajar, conocer, soñar, nunca salió de su barrio pero la literatura, el cine le permite aprender, sentirse como un humano, casí hasta “humanizarse”. Sam Savage destaca la importancia de leer, o más bien la importancia de la cultura : libros, cine, música para poder crecer interiormente.

Mi ignorancia sobre Sam Savage es total, como siempre le presentan como premiado en Estados Unidos, pero ni con esas. Su foto de la contraportada, con una pinta de naufrago no refleja del todo la realidad, en youtube hay entrevistas suyas y no es tan desaliñado, puro marketing (?).

lunes, 14 de enero de 2008

El Cuarto Reino de Francesc Miralles


No tengo remedio, me he acercado a Valladolid y me he comprado este libro en el Corte Inglés...aún a sabiendas de que tengo unos cuantos en casa esperando para ser leídos…

Tengo la impresión, que se están escribiendo bastantes libros relacionados con el Santo Grial y su relación con la visita de Himmler a Montserrat, al menos el argumento no me pareció nada nuevo…pero tenía ganas de leer algo así.

También me decidió a comprarlo el autor Francesc Miralles, le hacía metido en temas de psicología, autoayuda… “Conversaciones sobre la felicidad”, “El laberinto de la felicidad” y el encontrarme con una novela suya… me pareció interesante.

Con Leo Vidal un americano de ascendencia catalana, vamos a viajar desde Berna a Tokio, a Barcelona y finalmente a … bueno y a Montserrat; además de unas pinceladas sobre las costumbre orientales, Francesc Miralles ha ido dejando en el texto pequeñas “píldoras” de su forma de pensar y de ver las cosas, digo píldoras porque son comentarios sobre temas generales que no vienen al caso de la novela, pero que “edulcoran” la misma y la hacen más interesante.

Me gustó el ritmo de la novela, la descripción de los personajes, el argumento y el final… resuelto con una brillante idea, introduciendo un elemento nuevo, inesperado, y relacionando dos lugares muy lejanos con un nexo de unión… aunque en ocasiones las “pistas” para seguir la investigación son traídas con alfileres… un perro, una nevera…un incómodo turista…

Después de leer el libro, he buscado en google, para ver que encontraba del autor, y he dado con una entrevista donde dice dos cosas importantes: el libro fue escrito a toda prisa porque era un compromiso con al editorial, eso podría explicar que no estuviese muy pulido la trama y que posiblemente Leo Vidal se convierta en un detective al que le saque más partido Francesc Miralles.

Para finalizar, el libro me gustó y pasé un buen fin de semana leyendo y restándole horas al descanso.

El niño con el pijama de rayas de John Boyne


Ha llegado Papá Noel, y bajo el brazo me ha traído este libro, lo especial es que ha venido en casa de una compañera de trabajo, Covadonga a la que he contado que dedico algunos ratos a la lectura y otros más a ir haciendo este pequeño blog.

Llevo viendo el libro, en los estantes, viendo como las ediciones van aumentando, lo había ojeado y a pesar de que en la contraportada no quieren desvelar el contenido del mismo, la cubierta hace presagiar el contenido… es un libro que se lee rápido, de lectura sencilla, más bien un cuento por los sucesos inverosímiles en una Alemania Nazi y con un final inesperado; al menos para mí.

Un sencillo cuento que te deja un sabor agridulce y te lleva a pensar que cuando las cosas le suceden a uno, es como si el mundo se acabase y mientras le está sucediendo a los demás…pues la vida es así, debe seguir…incluso en ocasiones pensamos.. seguro que ellos se lo han buscado.

No sé si será la traducción, pero en ocasiones me dio la impresión de que estaba mal narrado, en un mismo párrafo en primera persona, luego en tercera…en ocasiones tuve que releerlos porque no sabía quien me estaba contando la historia.

El libro cuenta la historia de un niño alemán de 9 años que vive en Berlín y que tiene que seguir a su padre al campo por motivos de trabajo, como el mundo de Bruno , así se llama el niño, va cambiando, te va describiendo los acontecimientos diarios bajo el prisma de un niño de 9 años; de entonces, porque los de ahora saben mil veces más; como acaba haciéndose amigo de otro niño judío del campo de Auschwitz y después el desenlace…pero merece la pena leerlo.

No sé si el éxito del libro radica en la forma “infantil” de tocar el tema del holocausto judío, unas pinceladas de lo que ocurrió, pero sin necesidad de removernos las conciencias. Quizás si hubiera desgranado las experiencias reales en un campo de concentración ( por ejemplo “Si esto es un hombre” de Primo Leví ) el éxito hubiera sido menor…nuestra sociedad necesita acercarse a la realidad, pero que se la dulcifiquen, con un poco de anestesia.

Soy de la opinión que el genocidio en la Alemania Nazi, lo sabían todos los europeos, sin duda los alemanes fueron quienes lo idearon y lo ejecutaron, pero el resto de naciones no hizo nada por evitarlo, es más fueron enviando a los judíos, gitanos, republicanos, maleantes…a todos aquellos que les molestaban los fueron enviando hacía Alemania, convencidos de que se quitaban “definitivamente” un problema de encima. Al terminar la guerra se cargaron las tintas sobre los ejecutores, pero no sobre los facilitadotes, que bien se encargaron de maquillar la historia… si es que cada vez que oigo hablar de la “resistencia” francesa…pero eso será otra entrada…