Lo ví entre un montón de libros en la pequeña tienda de periódicos del Centro Comercial, estuve a punto de cogerlo…lo dejé pasar y cuando quise comprarlo, ya no estaba. “Norte contra Sur”... nunca he leído sobre la historia norte americana, pero como todos, creo que estamos influenciados por las películas de vaqueros.
Habían pasado dos meses y entré en “La casa del Libro” y lo volví a ver…ahora no podía dejarlo escapar.
Un libro muy interesante, la historia así contada merece la pena leerse. He aprendido nombres de generales, batallas, los motivos que llevaron al conflicto, las estrategias utilizadas…de una manera clara y sencilla he recorrido cuatro años de la historia de Norteamérica.
El detalle del Jesús Hernández de incluir como final del libro de varios capítulos dedicados a los protagonistas, a las batallas, a películas, a novelas, a la participación de los españoles en la contienda, nos permite poder conocer mucho más sobre la guerra.
Un libro que recomiendo y un autor al que se debe seguir, tiene un blog: http://es-la-guerra.blogspot.com/ , pero sobre todo ya sé cuales serán mis próximas adquisiciones: "Las cien mejores anécdotas de la Segunda Guerra Mundial" (Inédita, 2004), "¡Es la guerra! Las mejores anécdotas de la historia militar" (Puzzle, 2005 e Inédita, 2007). O cualquiera de las que tiene publicadas este autor.
Como comentario quiero dejar mi opinión sobre las guerras, no tanto en su consideración de justas o injustas, sino en la utilización que de ellas hacen ciertos personajes. El que inicia una guerra por lo general lo hace por su propio interés y ambición (tomando lo que no es suyo, invadiendo, incumpliendo la ley…), eso sí tendrá mil argumentos para convencer que todo lo que hace es por el interés general. No necesariamente este personaje será el que dé la cara, puede estar en la sombra maniobrando por sus intereses.
Lo peor de todo creo que son las vidas que se pierden inútilmente, hombres que son enviados al frente sabiendo lo absurdo del movimiento ofensivo ( cargas inútiles sobre posiciones imposibles de conquistar). Para que al final la batalla se decida en un despacho, con una serie de acuerdos… cuantas vidas se podían salvar si antes de empezar se pusieran a parlamentar.
Seguro que ha habido momentos en la historia en que no hay otra alternativa que la lucha, pero siempre se puede buscar un origen en una debilidad inicial. Hay que ser fuerte para preservarse de posibles ataques, pero nunca caer en la prepotencia.
Creo que debemos mantener un ejército adiestrado, motivado, respetado y con buen material, como una fuerza de disuasión. Siempre habrá algún iluminado que ambicione lo que no es suyo…magnífica la toma de Perejil por el ejército español, una demostración de que no nos andamos con tonterias.
Habían pasado dos meses y entré en “La casa del Libro” y lo volví a ver…ahora no podía dejarlo escapar.
Un libro muy interesante, la historia así contada merece la pena leerse. He aprendido nombres de generales, batallas, los motivos que llevaron al conflicto, las estrategias utilizadas…de una manera clara y sencilla he recorrido cuatro años de la historia de Norteamérica.
El detalle del Jesús Hernández de incluir como final del libro de varios capítulos dedicados a los protagonistas, a las batallas, a películas, a novelas, a la participación de los españoles en la contienda, nos permite poder conocer mucho más sobre la guerra.
Un libro que recomiendo y un autor al que se debe seguir, tiene un blog: http://es-la-guerra.blogspot.com/ , pero sobre todo ya sé cuales serán mis próximas adquisiciones: "Las cien mejores anécdotas de la Segunda Guerra Mundial" (Inédita, 2004), "¡Es la guerra! Las mejores anécdotas de la historia militar" (Puzzle, 2005 e Inédita, 2007). O cualquiera de las que tiene publicadas este autor.
Como comentario quiero dejar mi opinión sobre las guerras, no tanto en su consideración de justas o injustas, sino en la utilización que de ellas hacen ciertos personajes. El que inicia una guerra por lo general lo hace por su propio interés y ambición (tomando lo que no es suyo, invadiendo, incumpliendo la ley…), eso sí tendrá mil argumentos para convencer que todo lo que hace es por el interés general. No necesariamente este personaje será el que dé la cara, puede estar en la sombra maniobrando por sus intereses.
Lo peor de todo creo que son las vidas que se pierden inútilmente, hombres que son enviados al frente sabiendo lo absurdo del movimiento ofensivo ( cargas inútiles sobre posiciones imposibles de conquistar). Para que al final la batalla se decida en un despacho, con una serie de acuerdos… cuantas vidas se podían salvar si antes de empezar se pusieran a parlamentar.
Seguro que ha habido momentos en la historia en que no hay otra alternativa que la lucha, pero siempre se puede buscar un origen en una debilidad inicial. Hay que ser fuerte para preservarse de posibles ataques, pero nunca caer en la prepotencia.
Creo que debemos mantener un ejército adiestrado, motivado, respetado y con buen material, como una fuerza de disuasión. Siempre habrá algún iluminado que ambicione lo que no es suyo…magnífica la toma de Perejil por el ejército español, una demostración de que no nos andamos con tonterias.
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