Pocos libros me quedan ya por leer de Jesús Hernández. Y no voy a descubrir ahora lo que me gusta su forma de escribir. A lo largo de este blog, he ido contando como enganchan sus libros, su manera de contarnos la historia y como gracias a él he descubierto la Segunda Guerra Mundial.
En esta ocasión el libro repasa estrategias, batallas y anécdotas bélicas de la historia...desde los griegos, romanos, el medievo, los tercios, Napoleón, la guerra de secesión americana, las dos grandes guerras...
Entre todos los capítulos, me han gustado los dedicados a la guerra de Crimea (1853-1856) , la de los Boers(1899-1902), Las anécdotas de Federico, el grande de Prusia...
“Si las cosas continúan marchando tan mal, desertaremos juntos”
Es interesante, darse cuenta que cuando unos de los bandos cuenta con menos efectivos, las bajas son mucho menores en proporción que cuando cuentan con muchos soldados. Otros mandan a la guerra a sus ejercito sin tener previsto la logística, que les permita mantener la campaña...y así sufren las bajas que sufren, improvisación o incompetencia.
Volvemos a lo de siempre, las guerras se inician en los despachos, unos se inventan una justificación, y otros son los que dan la vida por su nación. Tras la victoria, pocos son los que recuerdan a los caídos, y aún peor lo tienen los vencidos.
En esta ocasión el libro repasa estrategias, batallas y anécdotas bélicas de la historia...desde los griegos, romanos, el medievo, los tercios, Napoleón, la guerra de secesión americana, las dos grandes guerras...
Entre todos los capítulos, me han gustado los dedicados a la guerra de Crimea (1853-1856) , la de los Boers(1899-1902), Las anécdotas de Federico, el grande de Prusia...
“Si las cosas continúan marchando tan mal, desertaremos juntos”
Es interesante, darse cuenta que cuando unos de los bandos cuenta con menos efectivos, las bajas son mucho menores en proporción que cuando cuentan con muchos soldados. Otros mandan a la guerra a sus ejercito sin tener previsto la logística, que les permita mantener la campaña...y así sufren las bajas que sufren, improvisación o incompetencia.
Volvemos a lo de siempre, las guerras se inician en los despachos, unos se inventan una justificación, y otros son los que dan la vida por su nación. Tras la victoria, pocos son los que recuerdan a los caídos, y aún peor lo tienen los vencidos.
En esta ocasión ¡Es la guerra! es un libro que una vez leído, puede volverse a releer para mantener frescas las pequeñas anécdotas, así que deberá estar a mano en la librería. Intentaré buscar algo sobre los Boers o la guerra de Crimea..
No hay comentarios:
Publicar un comentario